Eres el camino del amor,
la libertad y la paz interior.
Eres el manantial de vida
que cautiva al peregrino.
Eres la palabra llena de plenitud
en el libro de la vida.
Eres la flor que irradia belleza
a la luz de las palabras.
Eres la magia de una mirada que
arrastra la carroza de la locura
en el hálito sereno de ensoñación.
Eres la sombra que sigue mi camino
en el peregrinar hacia la cima
de la montaña que guarda el misterio
encantado de la iluminación, la luz.
Eres el camino en el mundo de la vida,
trascendencia en el pensar.
Eres la razón de ser de mi existencia,
fuego abrazador que consume mi la hojarasca.
Eres el silencio embriagador que interroga
el paso de los rayos de luna.
Eres el misterio de una mirada cautivante,
enriquecedora en la proyección de vida.
Eres la lámpara de vida llena de ternura
que muestra el camino al doliente.
Eres una perla misteriosa que guarda
su belleza para asombrar y
cautivar al buscador.
Eres vida enriquecedora
de pensamientos inquietantes.
Eres el tierno amanecer con
los trinos penetrantes de vivencias.
Eres un espejismo que cuestiona
al hombre investigador.
Eres un oasis lleno de locura,
camino del filosofar.
Eres una palabra, una canción,
una poesía, un verso...
¡Oh Sabiduría...!
Por Luis I. Rodríguez
la libertad y la paz interior.
Eres el manantial de vida
que cautiva al peregrino.
Eres la palabra llena de plenitud
en el libro de la vida.
Eres la flor que irradia belleza
a la luz de las palabras.
Eres la magia de una mirada que
arrastra la carroza de la locura
en el hálito sereno de ensoñación.
Eres la sombra que sigue mi camino
en el peregrinar hacia la cima
de la montaña que guarda el misterio
encantado de la iluminación, la luz.
Eres el camino en el mundo de la vida,
trascendencia en el pensar.
Eres la razón de ser de mi existencia,
fuego abrazador que consume mi la hojarasca.
Eres el silencio embriagador que interroga
el paso de los rayos de luna.
Eres el misterio de una mirada cautivante,
enriquecedora en la proyección de vida.
Eres la lámpara de vida llena de ternura
que muestra el camino al doliente.
Eres una perla misteriosa que guarda
su belleza para asombrar y
cautivar al buscador.
Eres vida enriquecedora
de pensamientos inquietantes.
Eres el tierno amanecer con
los trinos penetrantes de vivencias.
Eres un espejismo que cuestiona
al hombre investigador.
Eres un oasis lleno de locura,
camino del filosofar.
Eres una palabra, una canción,
una poesía, un verso...
¡Oh Sabiduría...!
Por Luis I. Rodríguez
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