
Melodía del amor,
dulzura de mis sueños,
huella en los labios
de tu áureo río.
El espejo refleja
tu huella misteriosa
en el aroma volátil
de tu silencio.
Mi silencio transformado
avanza hacia ti...
La angustia invade tu desnudez...
El tiempo, habitáculo de vida;
el astro de tu sueño invade
la brisa en el mar azul
iluminando mi horizonte.
El amor es mi antorcha,
la lámpara viviente
de dulce imaginación
en el silencio de la noche...
Por Luis I. Rodríguez