ATARDECER LLANERO
El paisaje sereno proyecta la imagen
del calor en intimidad sonriente,
la brisa recorre el cuerpo danzante
del ser humano en el río encantado.
La inmensidad trasciende lo íntimo,
los espectros transforman el atardecer
la garza morena extiende sus alas
en búsqueda del árbol de los sueños.
El hombre observa la penumbra,
el agua tranquila fluye en el río,
los peces reman con libertad interna
buscando el alimento, el horizonte.
Una sonrisa irradia con la puesta de sol,
los círculos son tu corona del vivir,
el rojo es tu ensoñación del alma
en la profunda intimidad, el sol.
Por Luis I. Rodríguez
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