jueves, 9 de julio de 2009

EL PINGÜINO



Oh pingüino,
el viajero dinámico,
luchador incansable en las extensas travesías
cual figura religiosa, con mirada serena
en la búsqueda de la paz y la tranquilidad.

Oh pingüino,
un caminante solitario,
inocente y alegre personaje de la mar,
de andar cauteloso e inquieto disfraz
en el trasegar camino del amor.

Oh pingüino,
el travieso niño vestido de negro,
camisa blanca y corbatín de moda,
aleteas al destino en celeste vaivén
en el risueño caminar de vida.

Oh pingüino,
inocente pasajero del profundo mar,
vestido de negro y copo de nieve,
cuya mirada magnetiza en el quehacer
del cauteloso pescador sombrío.

Oh pingüino,
el pájaro juguetón de mar,
con sus ondulaciones brilla al vaivén
en el azul oceánico dadivoso
de inocencia al caminar.

Oh pingüino,
con sus movimientos invitas al paseo
del pensamiento en el frío amanecer,
fortalecido por la soberbia mirada
del peregrino religioso en la mar.


Por Luis I. Rodríguez

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