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martes, 2 de febrero de 2010

BELLEZA REFLEJADA



La belleza se irradia desde dentro.

La sonrisa refleja el rostro del amor,
la mirada proyecta el sentido existencial
del ser escondido en profundo silencio.

Existes con tu belleza diamantina,
tus huellas son el silencio al caminar.
Una sombra recorre el sendero solitario,
espejo reflejado de nuestro ser.

Las huellas penetran en la arena
las dolencias del cuerpo angelical.
Una brisa canta al oído una canción de cuna,
la arena resiste las pisadas del anacoreta.

Siento el aire que respiro como rayos de luz,
el sol calcina la piel del impotente pensador,
un pensamiento deviene en fuego abrazador
como olas gigantescas tocando mi ser.

La belleza es un río de sueños indomables,
un misterio escondido se teje en la red de la vida.
El río en torrente solitario abre surcos arrastrando piedras,
urdiendo senderos para llegar al fondo de mi ser.

¡Oh belleza desnuda! ¡Oh belleza angelical!¡Oh encanto de amor!
Una luz teje sus rayos misteriosos en el abismo existencial.
Tus brazos desnudos yacen dormidos y fríos en armonía,
una barca imaginaria se desliza en secreto al amanecer.

¿Es tu belleza un amor de fantasía?
¿Es el alma una tea en la caverna?
La barca llega en silencio con mi ser,
el hombre indaga con la mirada, la luz reflejada…

Por Luis I. Rodríguez

lunes, 2 de noviembre de 2009

MIRA CÓMO ESTÁ EL HORIZONTE...

Mira cómo está el horizonte...

Yace reluciente de calor humano,

su ansiedad asombra, el alma perdida está.

Los rayos penetran el ser, abriendo caminos lúcidos,

transformando el espíritu aventurero de un pensamiento

en átomos de energía, esparciendo luz de vida

como aquella rosa solitaria en el jardín

despierta admiración del hombre.



Mira cómo está el horizonte...

Abre su campo a la imaginación

transportando las quimeras internas del ser

en aquellos rayos silenciosos que se mecen en el agua

como los tiernos delfines juguetones buscando

compañía y diversión en el mundo de la vida.


Mira cómo está el horizonte...

El camino se abre al pensador,

el firmamento entretiene su visión,

un lucero potente irradia energía,

la soledad desaparece en el ambiente

y la música de la naturaleza entretiene y

hace danzar al profundo eco vivencial

transformando la quimera en realidad.


Mira cómo está el horizonte...

Maravilloso ser dentro de mi ser.

Los rayos rompen las grietas de la indiferencia,

el calor revitaliza el frío humano al romper

los témpanos internos de la esclavitud.

Aprendamos a descubrir en nosotros

el goce contemplativo de nuestras vivencias

con el engrandecimiento de nuestro espacio íntimo...


Por Luis I. Rodríguez