
Las olas de la mar danzan en silencio,
delira la espuma blanquecina
en la curvada ola marina,
el túnel del tiempo
absorbe al poeta.
Los vientos huracanados rugen fortalecidos,
el pensamiento armonioso cae sobre la mar
dejando una estela perfumada,
melódica nostalgia
de versos en flor.
Los versos poéticos conllevan ternura,
los suspiros melancólicos transforman
la concha marina interna
como ósculo de sombra
en silencio.
Por Luis I. Rodríguez