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viernes, 17 de diciembre de 2010

GOTAS DE VIDA


perseidas Disfruta de la Lluvia de Estrellas en agosto

El agua corre incesante
rompiendo las compuertas del alma;
el agua está lavando la piedra humana...
El paisaje yace sombrío, triste
la brisna acompaña mi caminar...

El lodazal impide mi labor,
¿el peligro existe encadenado?;
una fuerte tormenta se avecina
en el oscuro horizonte, un relámpago...
La lluvia cae serena y rítmica.

Las gotas de lluvia golpean mi cabeza.
¡Ni un pájaro canta; un silencio profundo!
¡Mi alma se estremece por el frío!
- La angustia abraza al caminante -.
¡Llueven gotas de vida con dulzura!

¡Gotas de vida; gotas al manantial;
en el horizonte una sombra se proyecta
anhelante y torneada en espiral
como el arco de tu cuerpo.

¡La angustia cautiva al caminante!

Por Luis I. Rodríguez

sábado, 20 de noviembre de 2010

TU VENTANA


Abre tu alma,
abre tu ventana y
respira profundo;

admira la belleza interna,
contempla la belleza de la naturaleza
irradiando vivencias en el mantel de la luz;

el viento musical estremece la fantasía,
depositaria de tus sueños vivos encantados
que se transforman en el símbolo de libertad;

el vuelo de los pájaros son flechas disparadas,
los cuentos son los colores del prisma desojado
en la isla del sueño al encuentro del "ser amado".


Por Luis I. Rodríguez

sábado, 6 de noviembre de 2010

TU HORIZONTE



Tu horizonte en mi horizonte,
tú en mi silencio trascendente
recorres el misterio del alma
como la brisa al propio ser.

Tu horizonte encarna el filosofar
de tu silueta en el silencio,
una mirada profunda estremece
las entrañas de nuestro ser.

Tu horizonte camina conmigo,
mi ilusión transforma el sueño
anhelante en la imagen viviente
de las ideas en la playa de la vida.

Tu horizonte está tan cercano,
tu caminar proyecta ideas
reflejadas en la angustia
de la arena en el gris poniente.

Tu horizonte es utópico.
Tu silencio es plenitud de vida.
Tu mirada es la dulce compañía
al caminar los dos en la playa.


Por Luis I. Rodríguez


lunes, 1 de noviembre de 2010

EN LA PLAYA

playa Colombia el principal destino del mundo


En la playa de ilusoria visión
corre un aire amoroso,
tu cuerpo danza con el viento
la mente trabaja el poema.

El viento busca la miel
de tus sonrientes labios,
la arena blanca acaricia
lo fértil de tu piel bronceada.

Tu piel es el aroma encantado
de una abeja en el panal,
el agua cristalina de la mar
circunda tu cuerpo dibujado.

A un ritmo encadenado,
las olas alucinan los ojos
de la juventud con el efímero
paso de los pensamientos.

Aguas penetrantes
de armonía y lucidez,
en la blanca arena del alma
escucho el deleite de tu ser.


Por Luis I. Rodríguez

sábado, 16 de octubre de 2010

VIAJERO SOLITARIO


Soñando caminos en la cotidianidad.
¡Los paisajes dorados en la mente,
los verdes pinos erguidos elevan
sus polvorientos aromas de vida! ...

¿Adónde dirijo la mirada?
Cantando por el sendero, viajero
solitario con la nube de esperanza,
dulce compañía en mi soledad ...

—Los rayos penetrantes yacen
adormilando mi espíritu —.
"En el pensamiento surge
la rosa de tu pasión".

Se acerca la tranquilidad danzante,
el paisaje está mudo y sombrío;
mi soledad invita a meditar. El viento
estremece los encantos en el río.

La tarde serena sueña en mi alma;
el camino centellea en lejanía,
una nube blanquea con dulzura
las locas canciones de néctares.

Una canción de cuna respira:
"rosa dorada con espinas,
amantes llenos de pasión,
al despertar en mi corazón".

En el horizonte grisáceo,
el corazón del viajero solitario
oye con íntimo deleite la voz
de la rosa de tu pasión...

Por Luis I. Rodríguez

lunes, 4 de octubre de 2010

ECO DEL SILENCIO


Detrás de ti está el silencio
calcando la imagen en el espejo;
el reflejo de tus pensamientos
orlan la luz en sí misma...

El eco del silencio estremece
la profundidad de mi alma;
una pregunta intenta liberarse
como la rosa en el cristal...

La sombra en el espejo sonríe
cual fantasma en la noche.
El agua del grisáceo acantilado
irrumpe el vacío del mar...

El vacío del mar abre una brecha
en lo profundo del silencio;
el agua hambrienta sacude
las alas de la angustia natural...

Asombrado pregunto al silencio
por las palabras del eco;
una figura parece sonreír y
mi alma se va con el silencio...

Una nube de sueño
cubre mi figura fantasmal,
un nuevo ser despierta
transformado al sonreír...



Por Luis I. Rodríguez


martes, 21 de septiembre de 2010

AMOR... AMOR...



Una rosa encendida
transmite vida;

un capullo abierto
transforma el ánimo;
el amor esclarece
el espíritu de ilusión
con la brisa de un pensamiento;
el
águila circunda
el firmamento
con libertad.
Tu sonrisa es una rosa,
radiante de alegría;
tu alma púrpura
camino de fantasía...

Por Luis I. Rodríguez

sábado, 10 de abril de 2010

TRASFONDO




"El alma es un vaso que

sólo se llena con eternidad"
Amado Nervo


Estoy anhelante de hablar,
de escuchar y de sentir
la vibración universal dentro de mi ser,

miro dentro de mí
el camino del trascender,
un misterio angustioso invade el ser,

miro el entorno y medito,
la profunda significación inquieta
estamos aniquilando el ser,

una piedra preciosa en el camino
clama pensativa en el lúgubre lecho,
se ha evaporado el precioso ser,

nunca es bastante el instante,
el calor sofoca y aniquila,
la muerte está abrasando nuestro ser.


Por Luis I. Rodríguez

viernes, 19 de marzo de 2010

ENTRAÑAS MUSICALES DEL ALMA



Admiro tu mirada penetrante,

luz absorbente, camino de fantasía.

El cristal imaginario refleja tu pensar

en versos danzantes, delineantes de tu figura

ondulante y sensitiva al escuchar la melodía

que recorre las entrañas musicales del alma.

Tus ojos cuestionan el quehacer filosófico

de los senderos de mi sombra en tu sombra

que transporta una imaginación del púgil

poeta que lucha por existir en el valle

de ilusiones, lleno de calles nocturnas que

tejiendo las móviles sombras prefiguran

tu sonrisa reflejada en el espejo.

Tu espejo es mi espejo reflejado,

tu sombra es mi sombra en la penumbra,

tu pensar es mi pensar lleno de vida;

una fantasía se hace realidad cuando me hablas,

tus palabras son la fortaleza que penetra

en las entrañas del alma acongojada.

Tus noches de luna guían el pensar del poeta

al descubrir tu sonrisa junto a la mía,

mi espejo en tu espejo de vida.

Eres templo de vida, ilusoria visión,

sombra fantástica

de amor y ternura...


Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 27 de enero de 2010

HERMOSA MELODÍA




Sedientos de melodías yacen los peregrinos
en el escenario taciturno en el teatro de la vida,
parece existir un absurdo en la existencia:
el hombre ríe asombrado al contemplar el cuadro vivencial.

Hermosa melodía escuchamos al atardecer
cuando vibran las cuerdas del alma en profundidad,
la piel se estremece al son de las quimeras
anhelantes del níveo dentro de nuestro ser.

La secuencia lógica derrama un canto de vida,
la luz proyecta la alegría al contemplar la escena,
el manjar encantado de una tonada descuelga
la sonrisa del amante ruiseñor en el vaivén encantador.

Las antenas curiosas se deslizan para escuchar
la vibración del alma de nuestro ilustre espectador,
el pensamiento transforma la ironía en escena
de un reflejo musical del espectador en vida.


¡Qué bello ejercicio de la función teatral
en el viaje sereno al soñar con una proyección musical!

Por Luis I. Rodríguez

viernes, 8 de enero de 2010

SUSTANTIVIDAD INTERNA


"Y la vivencia misma es viva..."

Xavier Zubiri


Hay luz en la profundidad del alma,
la belleza refleja el encanto del ser humano;
un pensamiento brota de la inmensidad celeste,
la energía de la naturaleza irradia en resplandor.

La belleza interroga al hombre en su quehacer
filosófico; el asombro lo hace más humano
al contemplar una quimera que muestra
su espectáculo tras una profunda ideación.

El habérselas con las cosas conlleva una habitud,
funda la posibilidad de una suscitación,
la respuesta está a flor de piel por fruición
en el camino del decurso vital.

Hay luz en la profundidad del alma,
somos pura sustantividad interna,
jugamos la vida a cada momento
desde el íntimo modo de afirmarnos.


Por Luis I. Rodríguez




domingo, 20 de diciembre de 2009

LA SOLEDAD PREGUNTA A LA PUERTA


La puerta del alma
se estremece en el tiempo,
el silencio profundo
llena de angustia
al hombre de hoy.
La soledad pregunta
a la puerta,
la imaginación transforma
el espíritu aventurero
de quien quiere ser.
El mundo parece sonreír,
el agua, el aire, el fuego
gravitan en nuestro ser.
El silencio llena de temor
al hombre imaginario,
el silencio abrumador penetra
las entrañas humanas,
un cosquilleo interno se desplaza
anunciando un impulso;
el grito se agita,
un vacío existencial en el silencio
proyecta la imagen de la nada.
La nada yace dormida en el ser,
esperando la valoración del hombre.
Y tú estás ahí en silencio
esperando mi ser...

Por Luis I. Rodríguez

viernes, 27 de noviembre de 2009

PROFUNDIDAD



En lo profundo del alma,
un pequeño sol
aprisiona la órbita del ser.
Un pensamiento justifica la imagen,
el sueño se objetiviza.
Seguía el camino en el diagrama.
El diagrama invita a descubrir
la miniatura,
la miniatura es imaginación,
la miniatura hace soñar,
la miniatura es un valor,
la miniatura es el yo.

Por Luis I. Rodríguez

sábado, 24 de octubre de 2009

EL SILENCIO DE LA NOCHE


¿Cómo sentir admiración y asombro
en la oscura noche?
La sombra extiende sus brazos,
abraza el silencio de la noche
penetrando en el interior del ser.
La mano palpa un sentido
casi humano en la oscuridad,
el sentido permanece en el aire
como una nube espejante
que se desliza en el cuerpo.
Una palpitación inquieta la imagen
sonriente de un espectro que
acompaña el dramatismo
en el abismo interno.
El tiempo transcurre latiendo
en la noche como aquel lobo
hambriento de ansiedad en
la silenciosa posada que
reanima las profundidades
del alma...

Por Luis I. Rodríguez

lunes, 28 de septiembre de 2009

LA LITERATURA, UN VIAJE...



“¡Cómo te pareces al agua,

alma del hombre!

¡Cómo te pareces al viento,

destino del hombre!

Goethe



Un caminante está presto a emprender el viaje por los abrojos del desierto cristalino. El cuadro insignificante de un pintor paisajista, costumbrista refleja en la mentalidad comprometida un análisis y una crítica constructiva en aras de abandonar el letargo y la modorra intelectual. Parece ser que el mundo de ilusiones se desvanece al tener que romper el hielo infecundo de la palabra en el trascender humano. Un oasis se abre paso en el horizonte de la soledad hacia la búsqueda de significados, bases del edificio cultural. La visión se nubla en lamentos pérfidos al no encontrar una viviente realidad más humana.


La crisis de nuestra sociedad está marcando la deshumanización y el caos de la ‘palabra’. Los símbolos lingüísticos parecen ser instrumentos sinsentido. El significado de las acciones carece de valor por la proximidad barbárica. El hombre está perdiendo su razón de ser. La Literatura no puede llegar a ser un pasatiempo frívolo y evasor de la realidad. Por el contrario, ‘ella’ debe examinar los viajes representativos de la condición humana en el cosmos. La tarea está en humanizar las relaciones interpersonales a través del uso de la palabra. El significado es el camino del encuentro personal con el ‘otro’. El ‘otro’ es mi espejo dialogal. Solamente cuando la palabra recobre su sentido real, el hombre será una palabra real.


El quehacer literario del pensante se escudriña e indaga en el ámbito de lo social. El hombre refleja su ser en la presencia del ‘otro’. Por eso, - dice Ernesto Sábato – “el individuo solo no existe: existe rodeado por una sociedad, inmerso en una sociedad, sufriendo en una sociedad, luchando o escondiéndose en una sociedad”[1].


La historia del hombre en la sociedad es una aventura cósmica, antropológica, epistemológica, axiológica y óntica en la búsqueda del sentido existencial. Todos pretendemos una salida digna a nuestras quimeras. Nuestros viajes parecen ser innecesarios e ilegítimos. Nadie enseña a viajar, a volar. Todos poseemos unas alas invisibles.


Aleteemos y dancemos al vaivén del pensamiento. Las ilusiones están ahí y ahora. El viajar posibilita descubrir el camino del laberinto inquietante en la descripción de nuestras dimensiones protagónicas en el quehacer literario y filosófico. “Viajar es siempre un poco superficial. El escritor de nuestro tiempo debe siempre ahondar en la realidad. Y si viaja debe ser para ahondar, paradojalmente, en el lugar y en los seres de su propio rincón”[2].


La historia de las ideas en el ámbito de la Literatura estará henchida de perennes viajes al significar nuestro yo en el mundo histórico. Desde ya, aprendamos a armar nuestra baca de ilusiones. La osadía ahondará la fuerza misteriosa del atrevimiento y del encantamiento personal. El asombro estará al amanecer, descubriendo la razón de la existencia viajera, dando frutos a la luz de los signos. El principiante – Usted / lector - tiene que aprender a sentir y a valorar la presencia significativa del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuando sale de la aldea en defensa de los débiles, resaltando los ideales caballerescos en las tres salidas al campo y reflejando su fe en los valores morales, espirituales. El pensamiento filosófico que guarda la obra enfrenta los conflictos existentes entre el idealismo quijotesco y el realismo de Sancho. Es verdad, cada cual guarda en su interior la personificación de Don Quijote y algo de Sancho, como aquél ser formado de un alma espiritual y de una carne perecedera[3].


El viaje del escritor guiará al curioso lector en el laberinto del ‘mundo de la vida’. La luz que emanan las palabras se transforma en cimientes del edificio discursivo propio. Nuestra tarea es ir tras de imposibles y disparatadas quimeras hacia la fáctica inteligibilidad axiológica. Así como “la tarea del escritor sería la de entrever los valores eternos que están implicados en el drama social y político de su tiempo y lugar”[4].


El principiante estará guiado por la invención maestra de aquel proyector de ‘situaciones excepcionales’. Guiados por el encantador, avancemos con Odiseo camino de Ítaca, venciendo los obstáculos impuestos por los dioses y lanzando una mirada al Infinito en señal de grandeza y sencillez por encontrar los caminos claroscuros del destino final: la felicidad, el encuentro consigo mismo. Como afirma Ramón García D. “nadie como él habrá de arrastrar mayores aventuras y desventuras para llegar a Ítaca. Su viaje será el más largo y penoso de cuanto hombre alguno pudo emprender, pero al final logrará abrazar a su esposa e hijo”[5].


El viaje tiene que trascender las entrañas del hombre. La historia concretiza un momento existencial en el deambular del significado. El hombre pensante tiene que ejercitarse en una hermenéutica del vivir. Con razón, “el poeta que contempla un árbol y que describe el estremecimiento que la brisa produce en sus hojas, no hace un análisis físico del fenómeno, no recurre a los principios de la dinámica, no razona mediante las leyes matemáticas de la programación luminosa: se atiene al fenómeno puro, a esa impresión candorosa y vivida, al puro y hermoso brillo y temblor de las hojas mecidas por el viento”[6].


La cotidianidad no es efímera, sino que, es el motor y el producto razonado de las transformaciones cíclicas en las que, el protagonista - lector vislumbra un trascender en el ámbito de la Historia concreta del ‘ser’. Por eso, “en medio del desastre y del combate, inmersos en una realidad que cruje y se derrumba a lo largo de las formidables grietas, los artistas se dividen en aquellos que valientemente se enfrentan con el caos, haciendo una literatura que describe la condición del hombre en el derrumbe; y los que, por temor o asco, se retiran hacia sus torres de marfil o se evaden hacia mundos fantásticos”[7].


El viaje literario encarna una constante búsqueda de tesoros posibilitantes: las utopías. Cada cual busca el estro poético en la caja misteriosa del argumento de la vida. El itinerario ideado despertará al hombre del caos, lanzándolo a la búsqueda de la plena significación existencial cuando aprenda a dar testimonio de su realidad viviente y revele algo de lo desconocido a través del lenguaje y del ‘otro’ rumbo a la felicidad. Es - recordando el canto de la Odisea - en el que Ulises logra arribar a las costas de Eolia, ganándose la voluntad divina, “Eolo trabó profunda amistad con Ulises y, al despedirse, le entregó todos los vientos adversos encerrados en un gran odre, haciendo que una bonancible y poderosa brisa hinchase sus velas rumbo a Ítaca”[8].


El viaje programado evidenciará el testimonio dramático de aprender a generar ideas que transformen la crisis de la sociedad y crezca la Literatura, - como dice Sábato - “esa híbrida expresión del espíritu humano que se encuentra entre el arte y el pensamiento puro, entre la fantasía y la realidad, puede dejar un profundo testimonio de este trance, y quizá sea la única creación que pueda hacerlo”[9].


El viaje literario programado palpa - a través de la ‘palabra’ en las obras - la relación existente entre el idealismo y el realismo, entre el subjetivismo y el objetivismo. La problemática humana irrumpe en el quehacer epistemológico en la búsqueda de sentidos. La Literatura alerta al hombre a indagar por la soledad, la vida, la existencia, la nada, la dialéctica... y, problematiza a la tecnología en su afán por destruir al hombre; a las Ciencias por las investigaciones deshumanizantes... El hombre se ha vuelto enemigo de sí mismo y de su congénere. El ‘otro’ se ha cosificado. Las cosas han adquirido valor y las palabras son sinsentidos o fantasmas a la vera del camino.



El viajero tendrá que ser aquella gaviota planeadora surcando el firmamento, ideando quimeras humanas en pro de la Cima y de la Verdad.


[1] SABATO, Ernesto. El escritor y sus fantasmas. Editorial Seix Barral S.A. Barcelona, 1997. Pág. 16.

[2] Ibídem. Pág. 18.

[3] CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Editorial Panamericana. Bogotá, 1997.

[4] SABATO, Ernesto. Ibídem. Pág. 81.

[5] GARCIA D., Ramón. ¡Por todos los dioses...! Editorial Norma. Bogotá, 1996. Pág. 93.

[6] SABATO, Ernesto. Ibídem. Pág. 84.

[7] Ibídem. Pág. 104.

[8] GARCIA D., Ramón. Ibídem. Pág. 102-103.

[9] Ibídem. Pág. 65.


sábado, 26 de septiembre de 2009

IMAGEN...



¿Cómo comprender tu misterioso interior?

Una ráfaga de luz proyecta tus pensamientos y vivencias...

¿Cómo sentir tu fuerza espiritual?

Un pensamiento de vida retumba en la caverna humana...

¿Cómo seguir la sombra de tus pasos?

Una ilusión ondea vacilante en las entrañas de la oscura montaña...

¿Cómo reír si escucho tus profundos lamentos?

Una voz clamando justicia desde el palacio ennegrecido de la vida...

¿Cómo dibujar con el pincel tu volumen florecido?

El nido de amor yace escondido en la rama del árbol sediento...

¿Cómo escudriñar las imágenes de tus pensamientos?

Una palabra enamorada guarda el misterio sonoro de lo que tú eres...

¿Cómo visualizar tu imagen en el espejo de la vida?

La fragancia de la vida se expande entre tú y yo...

¿Cómo percibir el aroma de tu amor?

La cálida sustancia de tu alma florece en el manantial...

¿Cómo imaginar tu espíritu?

Un beso aromado de rosas al amanecer...

Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 9 de septiembre de 2009

TUS HUELLAS



Tus huellas, impactan en el silencio del alma,
estremecen el interior
de la conciencia en el constante
peregrinar del pensamiento.
Las peregrinas huellas suavizan
la sensibilidad de los sentimientos
en mudas palabras que proyectan la magia
de la fantasía en un esbelto cuerpo celeste,
dulce compañía al amanecer...

¡Qué ilusión se encamina hacia el lecho
vacío y frío de un nuevo día!

Tus pensamientos son una fuerza imaginaria,
perspectiva de un camino en la montaña,
vaivén de una ondulación corporal,
imagen reluciente de un símbolo de luz
en el laberinto de la vida, encrucijada del árbol
que sombrea su imagen escuchando
el silencio de la noche que ofrece
el cuerpo con sus ramas
para ascender al césped vivencial
de una ensoñación al amanecer...

¡Qué ilusión se permea en la fatiga
al oír llorar el árbol pensante!

Me pregunto si todo árbol pensante
puede escuchar el sonido de la naturaleza
y la vibración del alma, cuando recorre
la fúlgida noche y busca la paz interior...

¡Qué tristeza el árbol pensante no
ha dejado huellas en su caminar!

Por Luis I. Rodríguez


miércoles, 2 de septiembre de 2009

BELLEZA INTERNA...



Vibras como un sentimiento
en la profundidad del alma,
irradias energía desde el interior
y resplandeces de ansiedad,
una luz de ilusión sonríe
con serenidad en el equilibrio
natural del cáliz de la vida,
transformador del espíritu
aventurero que llama la perspectiva
de una lírica armónica en plenitud...
Transportas una luz suave de dulzura
y comunicas reposo en la inmensidad,
el espacio proyectado es conquista
de la belleza interna que absorbe
la lectura del sentido de la vida,
imagen poética de una escala
en la forma geométrica que trasciende
la cotidianidad y eleva el espíritu
a una dimensión musical del ser...
Centras la atención del hombre
cual cofre encendido que se abre
al descubrimiento dialéctico
de lo de dentro para afirmar
con asombro la dimensión de
intimidad que guarda para sí
en su progresión infinita...

La imaginación sigue dialogando
con lo posible del nuevo imaginario...


Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 19 de agosto de 2009

LA FUERZA MARINA



El olor azul marino produjo una fantasía
al verte llamando en la copa de la ola,
sus encantos despedían tranquilidad
y dulzura en el silencio de mi alma.

Escuchabas la vibración del tenor marino
invocando la alegría del devenir hádico,
oh frágil cristal humano que rompió
los pétalos del amor en llanto.

La Mar mecía sus alas hambrientas,
extendía sus brazos acariciando la soledad,
la angustia brotó del alma bullente,
un vaivén estalló en sonora tempestad.

Y la Mar sonreía acariciando mi cuerpo
como el águila con su esbelto vuelo
oteando la inmensidad del silencio y la ternura,
dando un mensaje de libertad al mundo entero.

Y la fuerza marina siguió danzando
en figura absorvente y pensativa,
el túnel de la vida yace dormido,
esperando el fruto de la Mar embravecida.


Por Luis I. Rodríguez

sábado, 15 de agosto de 2009

DESILUSIÓN...

Escuché el eco de tu voz silenciosa y pensativa

como la luna en el firmamento...

Sentí miedo, corrí con el pensamiento,

no estabas allí...

Temblé al instante como el viejo árbol

golpeado por el impaciente rayo...

Una potente luz me arrojó,

caí de bruces como un niño,

una gota de agua me reanimó,

caminaba en mi angustia existencial...

Me sentí desprotegido, abatido,

la lluvia me abrazaba y consolaba,

la naturaleza castigaba al destructor,

al ciego vivo de corazón...

El agua corría a borbotares por el cuerpo

dispuesta a castigar al hombre,

una luz en la oscuridad,

una razón en la sinrazón...

El eco continuó taladrando en la mente

preguntando por el sentido y

la respuesta fue un soplo de sinsentido...

Me incorporé por un instante,

mi carne temblaba como el alma,

desorientado me aferré al árbol

de la vida que lloraba como niño

la pérdida de su savia...

Las ramas se secaron,

los pensamientos se quemaron,

quedó brillando la imagen de una desilusión...

Por Luis I. Rodríguez