Pintada está la noche de estrellas viajeras
clamando compañía en la pronta oscuridad,
la soledad está buscando un espacio
para dialogar sobre la existencia.
El pensamiento recorre el desierto humano,
un sentimiento ancestral brota radiante
en el jardín, una luz de ilusión arde
como azucena aromada en la imaginación.
Una lágrima brota cual centella proyectada
al amanecer, una pregunta surge de repente,
¿quién conoce tu destino misterioso?
El trascender está dentro de ti, un rayo de luz.
La vida florece en la transformación espiritual,
eleva y proyecta tus pensamientos como rayos
inquietantes iluminando el quehacer victorioso
de alguien que guarda una esperanza de luz.
El amor amortigua el trascender
en el ventanal de la vida...
Por Luis I. Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario