sábado, 1 de agosto de 2009

EN SILENCIO...




La arena del desierto es para el viajero fatigado
lo mismo que la conversación incesante
para el amante del silencio.
Proverbio persa


El silencio es una revelación divina.
El silencio es el éxtasis del corazón adolorido.
El silencio es la plena conciencia de escucha total.

El silencio es la fuerza real de sentir lo que somos.
Siempre será una puerta abierta
de la manifestación de sí mismo en el tiempo.

El silencio es la proyección del vacío existencial…
Una fuerza progresiva en sobresalto
impide a la luz interior dar frutos: liberación y profundidad…

En el silencio el alma se estremece
escuchando el cántico del viento que
acaricia el rostro humano.

En el silencio se escucha el lamento del ‘otro’.
En silencio el hombre pregunta, la bruma interior estalla,
brotando una palabra de amor.

El silencio es el viaje interior del hombre,
observando los rayos resplandecientes de Dios y
descubriendo el valor de su inmenso amor…

Por Luis I. Rodríguez

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