sábado, 13 de marzo de 2010

VIBRACIÓN DEL ALMA



Sentirlo...
con el silencio melodioso de la naturaleza.
En el amanecer, los pájaros con su trinar
despiertan al poeta que se estremece
con la belleza en la inmensidad.

Pensarlo...
con el campo poético del viento
recorriendo tu cuerpo, acariciando
el fuego emanado de la intimidad,
un beso aromado expande la fragancia.

Aprehenderlo...

con las manos recorriendo la figura nívea:
el rocío en el jardín penetra el ser,

la brisa del verano en los páramos,
adormece la noche, tan callada.

Vivenciarlo...
pedir un consejo al agua del manantial,

la mariposa llega en su trineo de colores,
comparte la soledad con el poeta soñador.

La palabra alegra el corazón con su sentido.

Escucharlo...
tañendo cítaras encantadas de amor,
lúdicas canciones penetran en el alma,
el peregrinar del ser amado deja huellas

marcadas en el camino silencioso de la vida.

Decírtelo...
con el silencio de la belleza interna,
con el susurro
de la conciencia preguntando
en el crepúsculo de la invención,
el amor es la vibración del alma.

Por Luis I. Rodríguez

1 comentario:

  1. El silencio nos deja pensar y hasta recapacitar…suele ser buen consejero, pues solemos ver todo más claro. En la recapitulación de nuestras obras y pensamientos ordenamos todo lo que sentimos.

    Un abrazo agarimoso desde Galicia.

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