Mostrando entradas con la etiqueta escenario. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta escenario. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de enero de 2010

HERMOSA MELODÍA




Sedientos de melodías yacen los peregrinos
en el escenario taciturno en el teatro de la vida,
parece existir un absurdo en la existencia:
el hombre ríe asombrado al contemplar el cuadro vivencial.

Hermosa melodía escuchamos al atardecer
cuando vibran las cuerdas del alma en profundidad,
la piel se estremece al son de las quimeras
anhelantes del níveo dentro de nuestro ser.

La secuencia lógica derrama un canto de vida,
la luz proyecta la alegría al contemplar la escena,
el manjar encantado de una tonada descuelga
la sonrisa del amante ruiseñor en el vaivén encantador.

Las antenas curiosas se deslizan para escuchar
la vibración del alma de nuestro ilustre espectador,
el pensamiento transforma la ironía en escena
de un reflejo musical del espectador en vida.


¡Qué bello ejercicio de la función teatral
en el viaje sereno al soñar con una proyección musical!

Por Luis I. Rodríguez

domingo, 13 de septiembre de 2009

LA NOTA MUSICAL


Se escucha un leve sonido
en el rincón del teatro de la vida,
un surtidor de vida presagia
el impulso de un aroma de flor
idealizada en el encanto del pensar,
una leve nota musical se escucha
en la profundidad del ser.
La orquesta prepara su melodía sedienta
de vaivenes en la mente lúcida que
vence la oscuridad con la ideación de
una serenata de pasión en
el advenimiento de la luz en pensamiento.
Las notas musicales recorren las aristas
de la cabellera escondida y sin gracia
en el escenario de la vida
el teatro del absurdo proyecta su imagen
en el muro de la oscuridad y los fantasmas,
el peregrino parece ver la realidad ficticia
en el encuentro consigo mismo.
La música levanta su grito de protesta,
en el escenario tiembla el hombre,
desconoce la razón de ser de la proyección,
un sinsentido abruma su quehacer sombrío
y la música siembra una transformación espiritual,
el pensamiento deviene en el transcurso
una razón, un sentido de vida, una luz.
La música encanta la mente extraviada y
reclama una dialéctica de lucha y ensoñación,
la realidad sombría es un espejismo
en el caminar sereno del hombre,
y la música encanta la imaginación
con la vibración de las notas de la naturaleza,
despertando del letargo al hombre,
proyección de vida, de misterio y poesía...

Por Luis I. Rodríguez