domingo, 31 de mayo de 2009

AL AMANECER...




En la noche estuvo caminando sedienta y pensativa.
Un resplandor apareció en la inmensidad,
holgando en la cabeza un tenue espectro de amor,
susurrando un pensamiento de intrigante vigor.

La luna con su esplendorosa cabellera
aprisionó consigo al amante enloquecido,
apareció un dulce aroma de ternura rondando
y una presurosa mano acarició la mía.

Los árboles movieron sus armoniosas ramas
como invitando a la danza de la soledad,
un escalofrío recorrió el paraje humano y
una lágrima de piedra brotó en la oscuridad.

Las figuras nocturnas salieron de la penumbra,
como moviéndose al son de la música celestial
una potente luz en el horizonte señaló
el camino del paraíso en el nocturnal.

Y las formas intercambiaban su sentido metafórico
en el quehacer andariego del gélido amanecer.
Los sonidos del viento reanimaron
en el crepúsculo matutino al sonriente gusano adormilado.

Por Luis I. Rodríguez

sábado, 30 de mayo de 2009

UN ESCALOFRÍO...


El sol revierte sus rayos entre los robustos árboles.
Los sedientos árboles luchan por una gota de agua
se imaginan absorbentes en el desierto,
la arena cubriendo su ramaje color violeta.

Se advierte el engaño natural
de aquellos cardos y rojas amapolas,
sedientas de poder espantan a la caña humana
tras la insensatez y la ignorancia del olvido.

Los árboles sedientos lloran la ausencia del pensamiento
de aquellos verdes pájaros humanos
que se escondieron en su vaguedad e indiferencia,
en el silencio de su sucio plumaje,
incapaz de soportar el altivo vuelo,
proceso de la imaginación.

Cuando recorro el sendero en mi mente
empieza a holgar e inquietar en mi pensamiento,
el sombrero de la desolación y la ansiedad
en la vacilante penumbra de la noche,
un escalofrío corre por el cuerpo,
el vacío del no-ser.

Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 27 de mayo de 2009

IMAGINO...




Imagino tus hermosos sueños,
transformando mis sueños.


Imagino tus inquietantes pensamientos,
rondando mis pensamientos.

Imagino tu tierna sonrisa,
iluminando mi sonrisa.


Imagino tus palabras,
fortaleciendo mis palabras.


Imagino tu pasión,
sucumbiendo ante mi pasión.

Imagino tus besos,

recorriendo y endulzando mis besos.


Imagino tus tiernas manos,
acariciando mis manos.

Imagino tus pasos,
siguiendo mis pasos.


Imagino tu mirada,

penetrando en mi mirada.


Imagino tu amor,
entrelazado a mi amor.


Por Luis I. Rodríguez

lunes, 25 de mayo de 2009

SABOR A VIDA


Tu sonrisa ilumina mis pensamientos,
tu cuerpo me estremece cuando te veo.

Me embelesa tu ternura matutina,
me enamora tu sonrisa color de rosa.

Una pasión me hace hervir la sangre
tus caricias recorren mi ondulado cuerpo.

Una pregunta surge con tu sonrisa
y todo me llena de ti.

Lágrimas de fuego surgen al instante
recorriendo tus cálidas mejillas.

Lágrimas van cayendo como piedras
dejando huellas de sufrimiento.

Con mis labios calmo tu sed,
dulce sabor a canela.

Eres color de arco iris
con mil silencios.

Eres una gota de lluvia
con sabor a vida.


Por Luis I. Rodríguez

sábado, 23 de mayo de 2009

FACETAS...


El mundo expresa el encanto cotidiano
en nocturnal y celestial palacio.
Una semilla despierta en el desierto,
un hombre lamenta el triste infortunio.

Un naciente balbucea presuroso en gemidos,
el eco ondea en potente giro.
Un grito angustioso corre el velo,
una mariposa yace aleteando en el jardín.

El infante juega al unísono fantástico,
un imaginario llena la absorbente vacuidad.
La palabra hacedora de cuentos e historias
vibra en imagen viva de lozana realidad.

El mundo en misterioso espanto
arrebata el señorial encuentro de los dos.
La poesía eterniza el valor de la vida,
de fundamentos hacia el misterioso infinito.

El hombre trasciende la anhelante inmensidad
en el enigma de escénica construcción.
La vida teatral hace tiritar de frío
a aquel espectador inteligente.

La creación brota majestuosa y radiante
de poderosa Inteligencia presente,
infausto aquel intrascendente ser
embrujado por la tragedia y el caos.

Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 20 de mayo de 2009

EL SILENCIO EN EL BOSQUE...




El silencio penetrante en el bosque

estremece e interroga al visitante.
En la proyección,
una sombra recae
cual figura embrujante.
El sonido de un cántaro
retumba en el vacío

llamando al ermitaño,
observador incansable

del horizonte humano.
La sombra sigue al principiante,
siendo una proyección de sí mismo;
un espejo devorador yace persiguiendo
el pensamiento de un quehacer angustiante
cual mariposa danzante en la búsqueda
de la muerte azul de los rayos luminosos
proyectados en el existir.
El bosque escucha los gritos,
los lamentos son la sospecha de la indiferencia,
la sombra es un espejo reflector
de nuestra sordidez y vacuidad.
El hermano árbol escucha la ideación poética y
se vuelve sordo ante nuestra incredulidad,
es insensible como el vetusto talador,
cuya destrucción enseñorea al amo
de la esclavitud de sí mismo
y sobrevive a los sobrevivientes
al esperar el sentido de Libertad.

Por Luis I. Rodríguez

lunes, 18 de mayo de 2009

UNA GOTA DE AGUA




Por un instante, sentí un vacío

al observar el infinito,

el horizonte danzaba

peligrosamente.


¿Quién iba a pensar

en una perspectiva,

en un momento tormentoso?


¿Cómo una gota de agua

iba a despeñarse

como una ráfaga de fuego en

la oscuridad existencial,

al son de un torbellino de olas?


¿Cómo no pensar en nuestro ser?

Y las ondas permanecían ahí,

al son del vals de las mariposas...


Una gran ola arrasó al principiante y

la playa recibió su dolorido cuerpo...

Por Luis I. Rodríguez