
sábado, 15 de mayo de 2010
CREADOR

jueves, 11 de febrero de 2010
LÁGRIMAS POÉTICAS
un poema se hizo a la mar interna
en una hoja quise plasmar las huellas,
la arena se esconde en el pensamiento.
El espejo del alma yace ahí;
la sombra del sauce dibuja los sueños
fantasiosos de un verso que carcome
la piel cansada con lágrimas poéticas.
Las ramas del sauce ondearon sus misterios,
con el viento emigraron los pájaros;
las gotas de lluvia crecieron en el mirador
golpeando la puerta del alma sedienta de amor.
El soñador introdujo los versos tristes
del alma sedienta de fantasías;
las alas perdieron la fuerza interna
de la imagen de la libertad.
El hombre luchaba por alcanzar la luz.
La esclavitud lo amarraba a la caverna;
la ignorancia lo condujo al laberinto
lleno de caminos sin un amanecer.
El hombre cerró los ojos al instante.
El pensamiento se deslizó angustiado
solicitando una respuesta creadora;
el poema se hizo cómplice del amor.
El soñador abrió su mente fantasiosa.
Los versos engendraron alas para volar
cual águila inspiradora de belleza angelical.
Los pensamientos proyectaron imágenes de vida.
Por Luis I. Rodríguez
miércoles, 4 de noviembre de 2009
LA OSCURIDAD PENETRA EL INTERIOR
Los rayos del sol están calcinando la piel del ser humano. Algo se está fraguando en el ambiente. La hojarasca se pierde en el camino. El polvo se levanta y la brisa golpea la condición humana. Una mirada descifra en el horizonte el valor de un arrebol que quiere escapar del silencio humano.
Las imágenes guardan el valor de la palabra; un grito poderoso clama al firmamento la necesidad de una compañía. El silencio de la naturaleza interroga al visionario cuyo llanto no encuentra eco en sí mismo. La indiferencia inquieta la presencia del vacío del otro. La llamarada del inocente en el abismo retumba en la secuencia.
Las heridas vierten vida y dolor. El árbol bate sus ramas, abrazando el candor del aire que acompaña al vagabundo. La luna con su esplendorosa cabellera guía al poeta y fortalece su espíritu aventurero. El pensamiento arde e ilumina el camino en la caverna.
Los fantasmas persiguen la imagen del soñador. La realidad parece ser una quimera. Caminar por el sendero es una tragedia. La oscuridad penetra el interior. El asombro atormenta al caminante. Las preguntas surgen
La poesía enseña a descubrir el valor de las vivencias. La transformación del espíritu aletea como aquella mariposa azul. La oscilación es una constante en el vals y un júbilo al encontrar el manantial. La vida recobra el sentido y el ser humano inicia el proceso de trascender.
Se percibe un movimiento... Una sombra recorre el ambiente y una sonrisa de miedo penetra en la oscuridad. La soledad convertirá a alguien en víctima de su engaño...
Por Luis I. Rodríguez
martes, 28 de julio de 2009
ERES...
la libertad y la paz interior.
Eres el manantial de vida
que cautiva al peregrino.
Eres la palabra llena de plenitud
en el libro de la vida.
Eres la flor que irradia belleza
a la luz de las palabras.
Eres la magia de una mirada que
arrastra la carroza de la locura
en el hálito sereno de ensoñación.
Eres la sombra que sigue mi camino
en el peregrinar hacia la cima
de la montaña que guarda el misterio
encantado de la iluminación, la luz.
Eres el camino en el mundo de la vida,
trascendencia en el pensar.
Eres la razón de ser de mi existencia,
fuego abrazador que consume mi la hojarasca.
Eres el silencio embriagador que interroga
el paso de los rayos de luna.
Eres el misterio de una mirada cautivante,
enriquecedora en la proyección de vida.
Eres la lámpara de vida llena de ternura
que muestra el camino al doliente.
Eres una perla misteriosa que guarda
su belleza para asombrar y
cautivar al buscador.
Eres vida enriquecedora
de pensamientos inquietantes.
Eres el tierno amanecer con
los trinos penetrantes de vivencias.
Eres un espejismo que cuestiona
al hombre investigador.
Eres un oasis lleno de locura,
camino del filosofar.
Eres una palabra, una canción,
una poesía, un verso...
¡Oh Sabiduría...!
Por Luis I. Rodríguez
sábado, 18 de julio de 2009
LA POESÍA ES LA VIVENCIA DEL ALMA
“La Poesía es el camino de la vida
en el apremiante trascender”.
La ‘palabra’ es la magia de la Poesía. La vida del hombre está llena de creación e ingenio. Ella es el crecimiento de ‘sentidos’ en el fundamento del existir. La Poesía es vida y se hace vida en el contexto individual y colectivo. Ella guarda en su intimidad la musicalidad de la naturaleza y la entonación vibradora del pensar cotidiano.
La Poesía es la oscilación y la proyección del no - ser en el ser, del sin sentido en el sentido, de lo inhumano en lo humano... Cada verso es la vibración del alma que lucha por el sendero obscuro que acompaña al solitario caminante en la búsqueda del Supremo Ser.
Por la Poesía asistimos a la sublime expresión de la ‘utopía’. ¡Quién no piensa ‘utopías’! Vivimos acompañados y guiados por el pensamiento poético de Fernando Pessoa. Por eso, la invitación proyecta la imagen de “Para ser grande, sé entero”:
“Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en todo lo mínimo que hagas.
así la luna entera en cada lago
La Poesía es el camino de la utopía en la construcción de un discurso cifrado y profundo en la significación temática. Por eso, ella es el encanto del sentimiento que en la intimidad posibilita la placidez del pensamiento en liberación interior. Aprender a pensar es un trabajo cotidiano que toda mente despierta realiza en consonancia con la madre naturaleza.
Somos un ‘disfraz’ que genera sonrisas, tristezas, aventuras, sueños profundos. En fin, F. Pessoa maneja al dócil principiante cuando afirma que
“El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.
Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.
Y así en la vía se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
Es decir, la Poesía es Autopsicografía.
Las ideas afloran al tenor de un ilustre pensador que quiere cambiar el letargo en un juego de palabras en el laberinto de la vida. El disfraz humano comienza a pensar en el tiempo acerca de sí mismo, haciendo realidad el camino en el sentir de la palabra”.
La experiencia poética es producto del misterio, del asombro y extrañeza, de la curiosidad y del sentimiento profundo al contemplar el “mundo de la vida”. La poesía es la revelación que se sustenta en sí misma. El poeta – el principiante – expresa la creación con sentimiento en donde la palabra recobra su ser, su estado original.
El poeta purifica el lenguaje y devuelve la naturaleza original a la palabra. La poesía se vive y siente, se palpa. Es la expresión del yo reflejada en el rostro de la naturaleza. La Poesía es el estado rítmico del pensamiento – dice F. Pessoa – que con la musicalidad naturalista indaga por el misterio de sí mismo y del “otro” a través de sencillas y vibrantes opiniones que traducen la profundidad del ser. A través de la poesía el principiante comienza a existir y aprende a florecer en pensamiento con la significación trascendente. Por eso, pensar es comenzar a ser.
Finalmente, reflexionemos en el texto de Octavio Paz cuando afirma que “la poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Es la operación capaz de cambiar el mundo; la actividad poética es revolucionaria por excelencia; ejercicio espiritual y es liberación interior. La poesía revela este mundo, crea otro”.
lunes, 8 de junio de 2009
INQUIETUD...
en el curvilíneo horizonte azur.
Solitario...en imaginación profunda
se contempla el inquieto desierto humano
paseante en el furtivo placer
de aquellas circunstancias al atardecer.
Lo real y lo transitorio metamorfosean
en sentidos étimos de belleza y poesía,
lo eterno y lo pasajero diásporo
en el camino de la vida.
El cuadro humano danza cual artífice
de soñadores pensamientos en la asertiva
obra teatral, la Sabiduría.
El desierto humano despierta anonadado,
ideando una figura inusual
reflejo de la falsa realidad.
Y las estrellas titilan magnánimas
proyectando la esperanza al amanecer...
&
El viajero sigue luchando en el tortuoso camino...
Por Luis I. Rodríguez
lunes, 1 de junio de 2009
EL POETIZAR DE AURELIO ARTURO
El poetizar arturiano significa vivir la cotidianidad en la dimensión humana; es aprender a visualizar y a sentir las cosas tal como son; es comprender el Ser en su constante acontecer, cargándolo de realidad; poetizar es aprender a escuchar el silencio que habla en cada cultura; es el camino de expresión de nuestra existencia en la búsqueda del llegar-a-ser a través de la palabra porque “su aroma nos circunda… y modelamos con la mano fina o tosca…”. El hombre es el artesano y forjador de construcciones imaginarias.
El silencio habla y nos circunda a la luz de la creatividad, “con el fuego de la sangre y la suavidad de la piel…”. La palabra es omnipresente al ser humano y deviene significados; es un fuego abrazador y sensibilizador que irradia sentidos en el imaginario íntimo del poeta. El silencio nos ayuda a interrogar el mundo en el que vivimos, conociéndole, apalabrándole. La palabra nos llega con su presencia eterna. La esencia del hombre consiste en apalabrarse con la realidad de la vida, buscando su ser, sus sentidos.
El hombre es “Palabra”; la palabra es el lenguaje con sentido de expresión personal a la luz del diálogo vivencial, es “palabra omnipresente con nosotros desde el alba”. La palabra está ahí – en el agua oscura del sueño - esperando a un soñador para monologar o dialogar acerca del quehacer mismo. La palabra interroga y silencia al hombre, dejándolo perplejo y anonadado, en “retazos de recuerdos / de espantos…”. La palabra intercepta al hombre con sus silencios, haciéndolo crecer en el juego mágico a la luz de la poesía.
La palabra en sí misma es silencio y guarda silencio. El silencio interroga al hombre, haciéndolo un espejo de su cotidianidad para llegar-a-ser lo que es en su construcción dialógica a través de la palabra, porque “en ella nos miramos / para saber quiénes somos…”. La palabra es el profundo espejo. La angustia existencial surge de repente porque nos distanciamos de la esfera social que “refleja / nuestro yo / nuestra tribu”...
La palabra se ofrece como iniciación y como término, “va con nosotros”. La palabra es un río que fluye sentido y encierra una profunda reflexión acerca de la experiencia soñadora que es la poesía. La ilusión encarna “alegría y angustia”; el trascender es una perenne tarea que nos obliga a mirar el espejo de la vida en la poesía. El hombre tiene que aprender a escuchar y a sentir la voz del silencio para encontrarse a sí mismo en la palabra, que es un espejo esclarecedor y polisemia vital que fluye y se transforma en poesía.
sábado, 23 de mayo de 2009
FACETAS...

Una semilla despierta en el desierto,
un hombre lamenta el triste infortunio.
Un naciente balbucea presuroso en gemidos,
el eco ondea en potente giro.
Un grito angustioso corre el velo,
una mariposa yace aleteando en el jardín.
El infante juega al unísono fantástico,
un imaginario llena la absorbente vacuidad.
La palabra hacedora de cuentos e historias
vibra en imagen viva de lozana realidad.
El mundo en misterioso espanto
arrebata el señorial encuentro de los dos.
La poesía eterniza el valor de la vida,
de fundamentos hacia el misterioso infinito.
El hombre trasciende la anhelante inmensidad
en el enigma de escénica construcción.
La vida teatral hace tiritar de frío
a aquel espectador inteligente.
La creación brota majestuosa y radiante
de poderosa Inteligencia presente,
infausto aquel intrascendente ser
embrujado por la tragedia y el caos.
Por Luis I. Rodríguez
miércoles, 29 de abril de 2009
LA POESÍA EN AURELIO ARTURO
La poesía en Aurelio Arturo es el reflejo de la vida, de la cotidianidad. La poesía es aprender a caminar con el sentido de las palabras. Es la visión del cosmos de un niño que está aprendiendo a soñar, a imaginar y a construir su edificio personal. Las imágenes soñadas son aquellas brisas leves que van dejando huella en la mente del infante.
La palabra es una canción que genera sentido y vibra musicalmente en el aletear imaginativo de nuestro quehacer en el aula interna y externa. La palabra posibilita entender las notas melodiosas del arpa de la naturaleza y la voz del silencio. El silencio habla y se deja cuestionar a sí mismo. El silencio es auto-reflexión.
El silencio es el camino reflexivo que interroga nuestro ser en trascendencia, es decir, el pensar en nuestro futuro. El silencio es el momento que nos permite indagar por nuestra realidad juvenil. El silencio es el verdadero amigo de concentración específica en el que escuchamos la voz interior - de nuestra conciencia -, una voz interior que nos impulsa a generar un cambio de actitud en nuestro quehacer cotidiano.
El silencio habla y genera ideas que descienden y posibilitan una salida a nuestra inquietante superficialidad. ¡Qué brillante idea! –nos dicen-. Sí, somos pajarillos que jugamos, reímos, cantamos, pensamos. Las ideas que brotan de nuestra mente nos hacen “estremecer en el sueño” generador y esclarecedor de nuevos significados. ¡Qué hermoso símil nos presenta Aurelio Arturo, el poeta!
El niño soñador vive en un presente eterno, “y subía a las montañas y a la nieve lunar de las montañas”. El niño vive fuera de sí – ideando - “un relato de magnificencia y catástrofes”, de novedades y riquezas en ese trajinar los caminos de la vida. El encanto de su visión inocente, temprana y carismática deja perplejo al adulto. La riqueza expresada en sus sueños contrasta con nuestro caminar cansino.
martes, 21 de abril de 2009
UNA ILUSIÓN...

“Cuando sentí tu presencia, la mariposa mágica estaba danzando en la naturaleza. Sus penetrantes colores me embriagaban e invitaban a seguir indagando e irradiando nuevos sentidos llenos de fantasía... Una poesía, un cuento, una palabra, una sonrisa, una ilusión...”.
jueves, 26 de marzo de 2009
EN EL TEATRO DE LA VIDA

"El teatro es poesía que se sale
del libro para hacerse humana"
Federico García Lorca
La vida humana es una obra de teatro, en donde existen escenas que se presentan como óleos en el más significativo y cálido de los museos personales. Al caminar, las acciones danzan y ondean ideas sentimentales de profundas transformaciones… El fuego calienta e ilumina el ambiente escénico. El óleo permanece siempre ahí y ahora con sus personajes, vibrando al son de una contemplación, de una sonrisa o enfocando nuevos sueños. O como dijo Charles Chaplin, "la vida es una obra de teatro que no permite ensayar... Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos".
Un mundo se representa en la mente, se vivencia. Somos una pintura depositaria de sentido o de un sin-sentido. Un cuadro de la vida surge al caminar; la vida es un estreno continuo de actos. En el museo más concurrido del mundo, tú estás ahí viviendo, asombrado y admirando la realidad, analizando las pinturas oleicas y excluyendo aquella figura que impide la penetración de los rayos del astro rey.
La escultura personal será un cimiento de conocimiento en el amor y un levantar vuelo cual mariposa de estéticos colores cuando se aprende a ver en el interior el desorden dialéctico en espiral hacia la trascendencia de sí mismo. Por eso, como dijo Héctor Tassinari, "la vida es como el teatro, unos pocos son actores y la mayoría son espectadores que juzgan y critican a los que viven". Y nosotros, ¿qué clase de personaje representamos?
La poesía transforma la mente del actor y despierta al espectador para que transforme su mundo. Cada obra teatral guarda un fantasma escondido.
martes, 17 de marzo de 2009
LA EXPERIENCIA POÉTICA
El poeta purifica el lenguaje y devuelve la naturaleza a la palabra. La Poesía se vive y se siente, se palpa. Es la expresión del yo reflejada en el rostro humano y en la naturaleza. La Poesía es el estado rítmico del pensamiento – dice Fernando Pessoa – que con la musicalidad naturalista indaga por el misterio de sí mismo y del “otro” a través de sencillos y vibrantes versos que traducen la profundidad del ser. El ser en su misterio irradia sensibilidad que produce encanto y asombro, iluminación. A través de la Poesía el principiante comienza a existir y aprende a hacer florecer pensamientos con significación trascendente.
Octavio Paz es nuestro maestro y guía en el sendero luminoso de la palabra cuando afirma que “la Poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Es la operación capaz de cambiar el mundo; la actividad poética es revolucionaria por excelencia; ejercicio espiritual y es liberación interior. La Poesía revela este mundo, crea otro”. El mundo es Poesía. El pensamiento es una proyección del ser en el ser. Pensar es comenzar a ser. La Poesía es el espejo que refleja nuestro pensamiento en el quehacer literario y filosófico.
sábado, 14 de marzo de 2009
MARIONETA -Poesía-
MARIONETA
“El hombre es un disfraz que hace poesía...”
En una mañana encantadora,
el sol golpea la piedra humana.
La vida en activo manto
trastoca la ficción naciente.
En el campo pedregoso
arrastrando cual esbelto sentimiento,
un antojo quema la potente luz y
la marioneta danza un pensamiento.
Aquellos trabados hilos
ingenian pasos ardorosos.
En teatrales fantasías vivas
aquel viaje celestial encanta.
Al terminar esta pieza teatral y
retirado ya de las doloridas tablas,
el descanso asoma atado
en el agreste teatro de la vida.