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domingo, 14 de noviembre de 2010

MIEL DE VIDA



El sol resplandece para todos.
Su energía transforma
el espíritu del hombre;
la pulpa sensitiva se estremece
con el calor del diálogo
con la naturaleza, miel de la vida.
El hombre proyecta una imagen aparente,
su realidad se desvanece en la sombra.
El hombre es duro como la piedra,
la piedra insensible hacia el "otro".
El "otro" es el ser del movimiento,
abierto a caminar en compañía.
Y Tu resplandor rompe las ataduras y
las máscaras sombrías asustan al caminante.
Las águilas dan ejemplo de vida,
surcando el firmamento con firmeza,
mostrando el camino de la libertad.
Los pájaros se confunden con el viento,
la inmensidad con su verdad.
El hombre con la triste realidad.
El silencio se prolonga en el silencio,
al escuchar el grito angustiante
del hombre solitario.

Por Luis I. Rodríguez

lunes, 16 de agosto de 2010

EL ECO ESCUCHA UN PENSAMIENTO





El silencio en la inmensidad.

El eco escucha un pensamiento,
tu mirada penetra como rayos,
vuelan hojas al amanecer...

Escuchar tu silencio fecundo

en el albor de tu cuerpo desnudo,

un sueño transforma el espíritu

del silencio en el cristal...

Sentir el amor llegando en burbujas

del manantial, un hálito de vida,
estoy escuchando gritos de angustia
en la blancura de tu silencio...

El eco proyecta mi sombra enrarecida,

mi sombra sonríe en el camino,

la hojarasca corre encantada
alegrando el amanecer...

¡Oh silencio de plenitud!
El eco comunica alegría,

presencia del "otro",

reflejo de tu silencio...



Por Luis I. Rodríguez

domingo, 25 de julio de 2010

ALAS DANZANTES



Los jardines están llenos de amor

en el cielo azulado de alegría.

Las flores con su aroma sonríen como la mar
desde la eternidad en el tiempo.

La mar en flor representa la inmensidad,
el horizonte centra el sentido vivencial.

Las rosas son las alas danzantes vivientes
con la ternura del mar eterno.

Cristalinos ojos de luz en el horizonte,
la existencia rebela su sentido en la nada.

La noche serena arde en el silencio
con cuerpos fugaces sobre la flor encantada.


Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 7 de abril de 2010

ESPÍRITU VAGABUNDO



Escuché en la noche callada el gemido

de un espíritu vagabundo,
el lamento penetró en la profundidad
de un misterio que nunca descubrí.

El misterio ahogó el pensamiento.
El huerto lloró la angustia,
las hojas verdes cedieron su esencia,
los frutos de vida cayeron como piedras.

¿Qué misterio soñé?
¿Qué ilusión advertí?
La soledad del huerto transformó
el corazón del roble ansioso.

Escuché la noche callada,
la brisa aleteaba como espíritu,
levanté los brazos a la inmensidad,
sentí tu presencia en amor fluyendo.

Caminé hasta la montaña sagrada,
canté himnos de alegría al amor,
escuché tu voz en lontananza
contando las estrellas viajeras en flor.


Por Luis I. Rodríguez


martes, 23 de marzo de 2010

EN EL ACANTILADO




Caminamos fortalecidos hacia el acantilado,
recorremos el camino con el pensamiento.
Un águila extiende sus alas
danzantes y sensibles de ilusiones.

El peregrino se angustia de la inmensidad,
el pobre árbol extiende sus ramas aventureras,
la montaña abre la puerta de la hermandad,
en las cumbres rocosas, el amor existe.

La brisa refresca el cuerpo peregrino,
en el acantilado el eco retumba adolorido.
La voz de la conciencia pregunta en el vacío
por el sentido del azul lejano en trascendencia.

La conciencia del hombre grita Libertad
en el manantial inexistente en la cima,
el árbol perplejo mueve sus alas al azar
cuando caen sus hojas de pensamientos.

Siento la mirada perdida en la cima,
una embarcación de vida en el horizonte
está devorando la mar de ilusiones,
un pensamiento gime tiempos irreales.

Sereno en mi confianza lucho con justicia
al ver una tarde oscura en la penumbra,
tus pensamientos vierten ondas de amor,
tus palabras traen aromas de rosales.

Quiero sentir la fuerza de tu pensamiento
guiando el regreso a tierra firme.
La luz hizo en mi corazón
el camino de claridad.

Por Luis I. Rodríguez


martes, 15 de diciembre de 2009

LAS FIGURAS...





De la inmensidad del mar y del cielo
emerge un misterio profundo,

la soledad extiende su hálito,

la existencia sonríe en el tiempo.

La aurora del cielo despierta la mente,
los rayos matutinos encienden la flor del amor.
La aurora del mar despliega su incesante color,
la fría brisa iriza la mente humana.

Las figuras de las nubes en el cielo
invitan al hombre a contemplar,
las figuras del agua en el mar

golpean la esclavitud humana.

La inmensidad celeste transporta

un pensamiento a la eternidad,
la inmensidad marina soporta

la adversidad del hombre.

Los rayos del sol y la luna fluyen
serenos como el pensamiento humano,

la inmensidad inquieta al hombre
con el beso del amor, la eternidad.


Por Luis I. Rodríguez

lunes, 16 de noviembre de 2009

EL ABISMO GOLPEA EL PENSAMIENTO



Mira el horizonte azul de vida
en armonía con la inmensidad,
un austro recorre nuestro cuerpo
camino hacia la libertad...

Soy algo existencial,
proyecto de un trascender...
El abismo golpea el pensamiento,
lo inmutable estremece el ser...

La armonía de lo eterno
pregunta por la desigualdad,
los rayos de la luna recorren el camino
de las fuerzas naturales sin temeridad...

La naturaleza proyecta su esencia
como las venas en nuestro cuerpo,
los ríos llevan vida del manantial
como las ramas aliento vivencial.

El sonido es eco de vida
en la angustia humana,
el vuelo del pájaro un aliento
en la tristeza del mar adentro.

La brisa recorre el abismo humano
preguntando por el estrecho sendero,
una mirada hace renacer la esperanza
en el fondo de la conciencia al amanecer.

El canto de los pájaros entona la canción
de alegría en el silencio y la oscuridad,
un pensamiento de vida nace cual vagabundo
de las manos del alba en la senda humana.

Las manos danzan un vals matutino
en armonía con el arco iris natural,
un pensamiento profundo de vida florece
al percibir la fuerza de la vida esencial.

Por Luis I. Rodríguez


domingo, 20 de septiembre de 2009

AMOR...AMOR...

"Conocer el amor de los que amamos
es el fuego que alimenta la vida".

Pablo Neruda


Amor... Amor...
Sentido de dignidad,
encuentro de libertad,
dialéctica en el mundo interior...

Eres una semilla de vida,
una planta sentimental que
irradia energía de amor y
luz en la oscuridad...

Eres la proyección de vida
en el horizonte azul,
signo de infinitos rayos,
imagen de ensueños al pensar...

Eres un rayo de sol
que alimenta lo corporal,
una pequeña ilusión que
me hace estremecer...

Eres el pétalo de una rosa,
imagen viva del amor,
tu belleza refleja la razón
del aroma más sensual...

Eres una planta al natural,
vivacidad del encuentro germinal,
perspectiva de la inmensidad
en la lucha por el mundo interior...

Por Luis I. Rodríguez

domingo, 23 de agosto de 2009

UN BESO Y UNA ROSA...



Un beso y una rosa misteriosa llena de ternura
proyectan tu imagen en el trascender...

La inmensidad cuestiona el instante de vida
que yace esparcida en el infinito azur...

El tiempo es una vivencia que abruma
el alma en su dimensión más profunda...

El espacio es el instante de compartir
la sensibilidad de una rosa encendida...

La vida transcurre sonriendo en el aire
como una gota de agua se desliza entre los dedos...

Tu existir es la fortaleza de mi peregrinar
en la montaña oscura al amanecer...

Tu sonrisa una fortaleza del palacio
escondido de la iluminación en el silencio...

Tus resplandecientes rayos de luz
son los pensamientos vigorizantes de mi ser...

Tu transparencia personal fortaleció
el andar de mi quehacer filosófico en mi ser...

Un beso y una rosa roja generaron una historia
florida de felicidad y de verdad...

Un beso y una rosa produjeron la albura
de aroma esparcido por tus labios en el manantial...

Por Luis I. Rodríguez