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miércoles, 7 de abril de 2010

ESPÍRITU VAGABUNDO



Escuché en la noche callada el gemido

de un espíritu vagabundo,
el lamento penetró en la profundidad
de un misterio que nunca descubrí.

El misterio ahogó el pensamiento.
El huerto lloró la angustia,
las hojas verdes cedieron su esencia,
los frutos de vida cayeron como piedras.

¿Qué misterio soñé?
¿Qué ilusión advertí?
La soledad del huerto transformó
el corazón del roble ansioso.

Escuché la noche callada,
la brisa aleteaba como espíritu,
levanté los brazos a la inmensidad,
sentí tu presencia en amor fluyendo.

Caminé hasta la montaña sagrada,
canté himnos de alegría al amor,
escuché tu voz en lontananza
contando las estrellas viajeras en flor.


Por Luis I. Rodríguez


martes, 1 de diciembre de 2009

LA MIRADA DEL CAMPESINO



La mariposa está sedienta,
la rosa resplandece al salir el sol,
sus pétalos llaman al ser amado
deleitándose en el atlas de la vida.


¡Cómo la miraba el campesino

al viajar una ilusión en el velero!

Las hojas de la rosa mutan
de alegría al sentir tanta belleza.

Los niños asombrados contemplan la rosa,
describen su energía como el rayo del sol.


¡Cómo el velero de energía

se pierde en el horizonte humano!


La mariposa está absorta con la rosa

radiante de plenitud y de verdad.

Nadie descubre tanta belleza sino

al penetrar al interior de sí mismo.


¡Cómo en el horizonte humano

se descubre la belleza interna!

Los ocelos penetrantes invitan

al éxtasis en profundidad.

Un aleteo ocasional vibra la imagen
de aquel fluir en profundo amor.


¡Cómo la belleza interna

penetra la ternura humana!

La belleza interna se funde
en la brisa del mar de la tarde,

el rojo encendido se abre a los ojos
posibilitando la dimensión de la intimidad.


¡Cómo las nubes van llorando

las gotas de intimidad!


Por Luis I. Rodríguez

lunes, 19 de octubre de 2009

LA DIFERENCIA HUMANA



En la oscura noche,
la angustia de los dioses
retumba en el ambiente
con sollozos de rayos
emanados
cual energía diabólica.
Una figura absorbente
penetra en la tierra;
los árboles humanos
ondean
y mecen
sus hojas impotentes

ante la fuerza natural.

Y la sonrisa ahonda

la llamarada de alegría

al ver traspasar el horizonte;

una nube obscura circunda
nuestro frondoso árbol.

Las ramas se agitan y
las hojas
caen como piedras,
revotando
cual cristales
de pensamientos
sin razón,
colocando al descubierto

una nueva ideación.
Tempestad de vida,

tempestad de sentido,
luz energizante del árbol

que danza al son de la brisa

en el nocturnal palacio natural,
un grito clama en la profundidad,
una leve lluvia acaricia las ramas,
una hoja levanta el vuelo
del nido
cual sonrisa femenina
encantada que
alegra el silencio
con preguntas sin razón

en el tortuoso camino
de la diferencia humana.

Árbol de vida,
ramas de sentido,
hojas de pensamientos

en la oscilación,
la diferencia
humana.

Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL ESPEJO...



El espejo yace pensativo en la oscura noche,
expectante del caminante y de su preguntar...

El espejo es mi reflejo y tu reflejo es mi espejo,
tu mirar mi proyección, tus pensamientos, alas de compañía...

El espejo de la vida en su profundidad silenciosa
estremece a los cisnes en el río infantil...

Eres un silencio colgado en la muralla divisoria,
ilusión de belleza en la desnudez anclada en la soledad...

Sus rayos de arco iris deambulan sedientos
en sueños
marginales y viajeros de las épocas futuras...

Viajando en el barco de la vida, marca la bella estampa
de una orquídea secreta que proyecta el aroma del amor...


Y el barco se refleja en el agua de la mar,

tu reflejo está vivo en mi espejo vivencial...

El ruiseñor ebrio aletea en el espejo,

luchando por vencer la figura presencial,

el hombre se asusta por vencer su superficialidad

en el ámbito de la cotidianidad...


Por Luis I. Rodríguez

sábado, 1 de agosto de 2009

EN SILENCIO...




La arena del desierto es para el viajero fatigado
lo mismo que la conversación incesante
para el amante del silencio.
Proverbio persa


El silencio es una revelación divina.
El silencio es el éxtasis del corazón adolorido.
El silencio es la plena conciencia de escucha total.

El silencio es la fuerza real de sentir lo que somos.
Siempre será una puerta abierta
de la manifestación de sí mismo en el tiempo.

El silencio es la proyección del vacío existencial…
Una fuerza progresiva en sobresalto
impide a la luz interior dar frutos: liberación y profundidad…

En el silencio el alma se estremece
escuchando el cántico del viento que
acaricia el rostro humano.

En el silencio se escucha el lamento del ‘otro’.
En silencio el hombre pregunta, la bruma interior estalla,
brotando una palabra de amor.

El silencio es el viaje interior del hombre,
observando los rayos resplandecientes de Dios y
descubriendo el valor de su inmenso amor…

Por Luis I. Rodríguez

jueves, 11 de junio de 2009

UNA NOCHE...


¡Qué noche estrellada y encantada

vive sollozando en mis pensamientos!

¡Qué noche de suaves olores a lunada,

impregna tu huella en mis sentimientos!


Tu presencia calla las vibraciones y emociones,

tu sonrisa se hace la fiel amiga incomparable.

Una voz firme y tierna alienta sin vacilaciones

el valeroso espíritu danzante y entrañable.


En la noche el espíritu se proyecta significante

al reconocer el sentido de la inmensidad.

Una estrella guía al ingenioso principiante

desde la potente luz en la tenebrosa profundidad.


Noche estrellada en el camino pedregoso,

cabellos oscuros en el latente horizonte,

volátiles cual aroma voluptuoso

en el manantial del ilustre itinerante.


¡Oh, si hoy pudiese estrechar tus manos

y suavizar tus labios con los míos!

Por Luis I. Rodríguez