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jueves, 15 de abril de 2010

SERENIDAD VIVIENTE



Cae la penumbra en silencio.
Los niños llenos de ilusión juegan en la orilla del mar.
El mar tienta con sus aguas tibias el navío
del humano que descansa en el horizonte.

Acaricia la brisa vespertina al caminar.
El miedo carcome la profundidad
existencial de aquel náufrago tendido
en la nave perdida, el ocaso viviente.

Cae la obscura noche al descansar.
Los rayos de la aventurera acompañan
la soledad de un amor poético
deslizando su mano en la figura corporal.

Permanece en la inmensidad, el vacío.
Una sonrisa vagabunda proyecta
alegría a quien interpreta la oscuridad
sedienta de una quimera en el tiempo.

Escuche el grito de un amor alucinante.
La montaña negra seduce con su encanto
aquellas figuras bronceadas de ilusión.
El tiempo se transforma con serenidad.

Juega el niño con serenidad.
La arena se desliza entre los dedos,
el tiempo transforma la sabiduría y
el amor busca la paz interior...


Por Luis I. Rodríguez

jueves, 31 de diciembre de 2009

GRACIAS...




Gracias...
Un pensamiento extiende sus alas de libertad.
Un sentimiento proyecta su razón de ser,
el sueño se hace realidad en el camino
sereno hacia la Montaña en el pensar.

Gracias...
La palabra encuentra eco de sentidos
en una poesía, un cuento o un pensamiento.
La palabra fluye como el río en el mundo
generando nuevas construcciones de ilusión.

Gracias...
El poeta ayuda a descubrir el sentido existencial,
a descubrir en nosotros el goce natural,
a engrandecer el valor de nuestra intimidad
a la luz de contemplar la inmensidad.

Gracias...
Por entender la belleza de lo que somos,
la intimidad se esclarece en el trascender,
una luz guía al caminante en el peligroso
camino hacia el jardín de la Montaña.

Gracias...
El niño busca la luz en la Montaña,
el caminante está inquieto por las preguntas.
El niño exige respuestas lógicas,
el caminante narra un cuento de Ilusión.

Gracias...
¡Dichoso el niño que posee sus soledades!
¡Dichoso el caminante que encuentra el camino!
¡Dichoso el lector que encuentra una ilusión!
¡Dichoso el hombre que vive en Libertad!


Por Luis I. Rodríguez


jueves, 17 de septiembre de 2009

AMISTAD



Eres el astro de la vida sonriente,
luz viva en la oscuridad viviente,
abres la puerta del edificio personal
en el horizonte humano al natural.

Abres tu corazón a las ilusiones,
cierres la nueva puerta a las cicatrices,
la verdadera amistad es el sol naciente
en el sendero de la montaña en el oriente.

Caminas de frente y sin sobresaltos
con la fuerza de la rosa sin espantos,
la mano se extiende en el abismo
para rescatar la vida con optimismo.

Tu amistad nace serena como el sol,

construyendo edificios en el tornasol,
una sonrisa clama una tierna mirada
en el pensamiento alegre de una balada.


Tu amistad brilla cual ráfaga viviente

en la penumbra del medio ambiente,

una antorcha se enciende en el horizonte
como un pensamiento de amor resplandeciente.

&
Tu pensamiento es la luz del sol,
tu amistad es un encuentro de amor...


Por Luis I. Rodríguez

miércoles, 9 de septiembre de 2009

TUS HUELLAS



Tus huellas, impactan en el silencio del alma,
estremecen el interior
de la conciencia en el constante
peregrinar del pensamiento.
Las peregrinas huellas suavizan
la sensibilidad de los sentimientos
en mudas palabras que proyectan la magia
de la fantasía en un esbelto cuerpo celeste,
dulce compañía al amanecer...

¡Qué ilusión se encamina hacia el lecho
vacío y frío de un nuevo día!

Tus pensamientos son una fuerza imaginaria,
perspectiva de un camino en la montaña,
vaivén de una ondulación corporal,
imagen reluciente de un símbolo de luz
en el laberinto de la vida, encrucijada del árbol
que sombrea su imagen escuchando
el silencio de la noche que ofrece
el cuerpo con sus ramas
para ascender al césped vivencial
de una ensoñación al amanecer...

¡Qué ilusión se permea en la fatiga
al oír llorar el árbol pensante!

Me pregunto si todo árbol pensante
puede escuchar el sonido de la naturaleza
y la vibración del alma, cuando recorre
la fúlgida noche y busca la paz interior...

¡Qué tristeza el árbol pensante no
ha dejado huellas en su caminar!

Por Luis I. Rodríguez


sábado, 15 de agosto de 2009

LA ANGUSTIA DESCANSA PLÁCIDA...


Caminaba en un paraje desértico y abrupto
cuando escuché un eco de tu voz.

Angustiado observé el horizonte,
una sombra se alejaba al atardecer.

Presurosamente traté de gritar,
un nudo impedió el llamado desesperado.

Levanté los pesados brazos clamando y
una brisa gélida detuvo el caminar.

Las manos anhelantes desearon una rosa,
aroma estremecedor, antorcha del vivir.

La soledad enmudeció los pensamientos
y el silencio ahogó la imaginación.

Un viento despertó la imagen sonora de aquella
canción de niño, ilusión de verde esperanza.

Mi cuerpo estaba petrificado,
temblando de fatiga y ansiedad.

La mirada perdida en el entorno, cuando
la noche tendió sus rayos color seda.

La penumbra extendió sus brazos y
la llanura desolada acogió el silencio del humano.

&

La angustia descansa plácida en la gruta de la montaña...

Por Luis I. Rodríguez


sábado, 27 de junio de 2009

LA EXISTENCIA...


El caminante mira el nublado horizonte,
se cuestiona en su interior…


El silencio escucha pausado,
pareciendo reprochar con indignación la tarea…


El eco interroga en lejanía cristal,
respondiendo a una mirada humana en el espejo…

El viento acompaña al infatigable caminante,
impulsándolo con su vibración
hacia
los cimeros riscos de la montaña que tranquilizan…

Una voz misteriosa clama desde el negro abismo,
estupefacto el infatigable luchador grita…


Una mirada al celeste gris
está haciendo perder la razón…


Una luz de Infinitud viviente
emana
de lo profundo de su ser…

Una mano tendida y poderosa
busca afanosa
auxiliar al ermitaño…

El pensamiento está llegando a ser
el encanto vivencial del paraíso interno…

La existencia…

Por Luis I. Rodríguez